jueves, 30 de septiembre de 2010

Oído al parche (CMC)

Os dejo algunos minimenos más ^^ Como habréis visto, los estoy numerando, de ahí los "equisvi", los "equisiequis" y todo eso :P

XVI

Oído al parche... y olfato, y gusto, y tacto, y ojo por supuesto, y hasta el sexto sentido si se tercia...
Corolario: Oído al parche = "acto de escuchar y escucharse"

XVII
 
Azahar = el perfume de la fortuna
Corolario 1: Azahar = el olor de lo aleatorio
Corolario 2: Azahar = el tufillo de la quiniela

(oído en mi cabeza ¿u olido?)

XVIII

La Prosa de los Vientos

(leído por error en un libro, o quizá oído por azahar en sus resonancias)


XIX

INCERTIDUMBRE METAFÍSICA (oído en mi casa)

MADRE: "Dios no es malo, lo que pasa es que a veces las cosas le pillan mirando pa la pared."
HIJA: "Mamá, ¿qué pared?"

XX

AVENIDA DEL TIEMPO (oído en una pizzería)

HIJA: “¿Y cuándo llegamos a pasado, Mamá?”
MADRE: “Pasado está un poquitito más para allá de mañana. Es como ir de aquí a la otra esquina de allí”.
HIJA: “Ah, qué cerquita.”

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Cosas que descubrí escribiendo este post... ¿Sabiáis que... (pinchad el enlace para seguir el hilo)

domingo, 19 de septiembre de 2010

Hidrocloruro de Metoclopramida (De banquetes y pócimas digestivas)

Cuentan por los mentideros culturetas que los romanos del imperio, después de pegarse un banquetazo de no te menees, tenían por costumbre introducirse los dos dedos índice y corazón por la boca para presionar acto seguido en la casapuerta del gañote. Con ese estratégico gesto conseguían, digamos, aliviar de peso la bodega, para así poder cargarla de nuevo hasta las trancas. Todo esto siempre en el caso de las clases pudientes, porque para los pobres esclavos con su dieta a base de pan duro y agua o para los plebeyos con su hipoteca a 50 anni, eso de vomitar eran lujos de rico que evidentemente no podían permitirse.

Con el paso del tiempo, el ser humano ideó nuevas formas de llenarse el buche y la sociedad fue democratizando el ardor estomacal hasta llegar prácticamente a todas las capas sociales. Llegados a nuestros días, siguen abundando los encuentros sociales destinadas a reventar el botón del pantalón de los comensales (¿será por eso que los romanos llevaban toga?). Sin embargo hoy ya no se destilan las costumbres del mundo clásico. Por el contrario, la medicina ha inventado una serie de medicamentos para aliviar el incómodo malestar que se produce tras cargar el estómago en demasía. Y así tenemos a los antiácidos, al almagato… y por supuesto al hidrocloruro de metoclopramida, más conocido por otro nombre: el Primperan.

Inevitable acompañante del día después de las barbacoas veraniegas y cenas navideñas, el Primperan ha venido provocando encogimiento de ojos, arrugamiento de narices, espantadas de lengua y otros mohines de repulsa en quienes cometen la osadía de echárselo al buche para así solucionar sus problemas digestivos. Una anciana conocida mía, naturópata hasta el pericardio, conocedora por tanto de los sabores más complicados, me comentó una vez que ese mejunje está elaborado con esencia de inframundo, concentrado de ciénaga y jarabe de ánima, además de una sustancia dulzona y empalagosa que no puede ser de este universo porque si no, es inexplicable su sabor. Aunque lo parezca, yo puedo deciros que la vieja no exagera y que el farmacéutico que inventó la receta del Primperan es descendiente de una secta de brujos y druidas de la peor calaña. Así que después de ser afectado por un reciente empacho, a Dios puse por testigo de que jamás volvería a servirme de tal repugnante brebaje.

Por eso, señoras y señores, he de gritarlo alto y claro: ¡EL PRIMPERAN ESTÁ AJQUEROZO! ¡Vivan las cenas ligeritas con su sandwich mixto, su vasito de agua y su manzanita cortada a gajitos o su yogur blanco! Y si el compromiso obliga y hay que ir a la barbacoa por narices: ¡Viva la sal de fruta Eno! (gritemos esto también a los cuatro vientos a ver si Pepe Eno se entera y me paga por la publicidad). Y si no hay más narices que las medidas drásticas: ¡Vivan los romanos! Pero, Primperan no… Primperan, no. Porque está ajquerozo.

Imágenes: "Astérix en Helvecia"; "El Banquete de los Dioses" de Bellini; la foto del potingue es mía.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Bostezos y esperanzas

Es la hora en que los escaparates pestañean, perezosos, antes de abrir sus párpados de acero. Las prisas están por todas partes, menos en los pies del sol. Son ellas precisamente las que achicharran lenguas con cafés a medio enfriarse y ahogan gargantas con churros a medio zambullir. Son ellas, las prisas, las que llevan a los pies al trote y atragantan a los saludos en las cuerdas vocales. Buenos dí… suspiran todos.

Y mientras o a la vez que todo eso pasa, un niño de veintitantos juega a crecer (o crece jugando). Ha convertido en caja de pies la que antes fue de patatas, y cuando las miradas le descubren se lleva las manos al sueño… o a la resaca de ayer. Y a la vez, en otra parte, hay un hombre que corre y estornuda y no tiene más pañuelo que sus barbas. Y hay un pregonero que se hace pintor de mentira y tiene que exponer de verdad un bodegón de frutas, la obra de todos los días. Y hay un malabarista de uvas que las lanza y las atrapa con la boca.
Y en otros sitios, los retretes  se dedican a la indecorosa faena de todos los días. Se diría que alguno hasta se esmera en cincelar las espirales de agua. Y más allá, los niños pellizcan dientecillos de borrar a las gomas, munición para cerbatanas tan ancestrales y de plástico. Y más acá, una mujer envuelta por fuera en una sonrisa vende trapitos envueltos en saldo…

Y a la vez de todo, la mañana me sonríe cuando ve que soy el único que la mira a los ojos. Y a pesar de todo: las prisas, las esperas, las desesperanzas… me parece que está muy guapa. O a lo mejor son cosas mías…

Escrito en estas alturas del año a una mañana del pasado septiembre de 2009. Retomado y corregido esta mañana (sin prisas :) Fotos de Paco Abad http://www.pacoabad.com/

martes, 7 de septiembre de 2010

Wind of change

Bring shells and sands
and stones
and nights and smiles
and kisses
and sea water
and concerts
and a cocktail of doubts that taste like challenges
like dreams
Wind of change... Break my system down!



Take me to the magic of the moment
On a glory night
Where the children of tomorrow dream away
In the wind of change... of change!

Los Scorpions en concierto con la filarmónica de Berlín. Poned los altavoces. Sigue abajo el hilo de la traducción.

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